miércoles, 23 de diciembre de 2009

Memorias de Navidad

Se fue el 2009 sin darnos cuenta. De pronto estuvimos en agosto y cuando menos me fije ya salían los comerciales de navidad en la televisión intentando vendernos a como de lugar su mercadería. Mañana es 24 y me vienen a la mente algunos recuerdos y reflexiones mientras recorro infantiles pasos por las calles de Barranco, aquel bohemio y hermoso distrito que me vio crecer. Claro que Barranco ha cambiado mucho desde aquellos días que con tanto cariño recuerdo hoy, mas de diez años después. Ya no existe ese Parque de la Laguna donde de forma casi ritual iba a lanzar piedras a la lagunita y a mirar saltar sapitos, hoy en su lugar hay un 'Museo de arte Contemporáneo' que no es mas que un par de fierros cruzados entre sí que se llama arte, obra del 'ilustre' ex alcalde, Martín del Pomar. A pesar de todo eso me embarga el mismo sentimiento en estas fechas. Las luces navideñas, los niños jugando en el Parque Municipal, las ferias, y los paradores de hippies que venden sus artesanías, ese olor característico de la brisa del mar mezclado con el olor a hierba del pasto y el sonido al pisar las hojas secas que caen de aquellos árboles que hacen que inevitablemente me embarfue un sentimiento inexplicable. Hoy no espero mas las doce con la misma ilusión con la que lo hacía de niño, mirando con deseo casi sexual abrir mi regalo para jugar con el todo el 25 y mostrarselo a los primos cuando se reuna la familia ese día. Navidad hoy significa tradición, unión familiar y sobre todo es una fecha para reflexionar. Si, soy ateo y lo acepto abiertamente, y alguna vez me he burlado de algunas costumbres que tenemos los peruanos como tomar el chocolate caliente en navidad, o matar al pobre pavito para 'fiestas', pero a pesar de todo me pone feliz y a la vez me da que hacer el hehco de salir a la calle horas antes de la media noche y ver niños mendigando, sin una familia que abrazar, esperando la caridad de algun ocasional transeúnte que tenga la sensibilidad de ofrecerle un trozo de pan, o al menos desearle casi en forma de burla una 'feliz navidad'. Que contrastes hay en esta vida, cuanta gente que tiene todo y no ofrece nada, y gente que no tiene nada pero es capaz de ofrecer una sonrisa sin pedir nada a cambio, personas que necesitan trabajar a la hora 0. ¿Cómo es que podemos quejarnos de nuestra suerte?... ¿Es que acaso nunca bajamos la mirada al ir por la calle?. Eso me recuerda al señor Carlos Alvarez, que a las 12 está haciendo un programa especial para compartir con los mas pobres, que ejemplo y que gusto que haya gente así. Ese es el verdadero sentido de la navidad, ese sentido que ha sido opacado por nuestro consumismo obsesivo y ese materialismo que nos captura a estas alturas del año. No me queda mas que seguir disfrutando de mi noche barranquina, caminar frente al mar fumando un cigarrillo y expulsar el humo que se esfuma tan fugazmente como la niñez en la que con tanta ilusión esperaba la navidad.

Saludos...!

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